Claudia Virginia Lopez Machorro (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla)

Resumen

En el siguiente texto busco contrastar algunas de las características que estructuran a los nuevos medios con características propias de la percepción humana. El supuesto que articula de manera general el texto es que cualquier extensión afecta al complejo social y psíquico del ser humano. De acuerdo con el desarrollo de dichas extensiones se desarrollan dos edades, la mecánica y la eléctrica. Características de los medios de ésta última son: la simultaneidad y la hiperatención. 

Palabras clave: Medio, percepción, extensión, simultaneidad, negatividad /positividad, hiperatención.

Abstract

In the following text I seek to contrast some of the structural characteristics of new media with characteristics of human perception. The assumption that the text articulates in a general way is that any extension affects the social and psychic complex of the human being. According to the development of these extensions, two ages developed, the mechanical and the electrical. Characteristics of the media of the late electric age are: simultaneity and 

Keywords: Medium, perception, extension, simultaneity, negativity/positivity, hyperattention

El torrente de aire que se estampaba en mi cara y me impedía respirar con fluidez se detuvo por un momento. Estaba en la mitad de la carretera, montada en una moto azul. Pude ver entonces unas líneas que cortaban el pavimento, se encontraban de manera paralela a la moto, marcando los carriles que dividen la carretera. No eran las líneas que se encuentran pintadas de manera discontinua. La moto arrancó nuevamente y, sin cambiar la mirada, mis ojos recorrieron el trayecto de la línea paralela. Cuando la moto se detuvo nuevamente pude ver, esta vez otras líneas que se encontraban de manera perpendicular a esa línea principal, sin embargo, estas líneas se perdían en cuanto arrancaba la moto, no es que desaparecieran sino más bien que mi vista se encontraba influenciada por un cambio en la velocidad de mi cuerpo. Montada en la moto en marcha era imposible que captara esas líneas perpendiculares. Pero cuando la moto se detenía, mirar el pavimente de manera detenida era como mirar una cuadricula por debajo, sosteniéndonos. Por un momento y de una forma bastante trillada, pensé que la carretera podía entenderse justamente como la vida. Nosotros recorremos el camino y podemos hacerlo en una moto, en un carro o caminando, cada medio nos permite ver algo acerca de la carretera; cada medio implementa cierto ritmo en nuestra percepción. No es la elección del medio un evento sin importancia, porque el ritmo que implementa define en gran medida el concepto que conformamos de la carretera. Podemos pensar que un destino es cercano si vamos en carro y, al mismo tiempo, pensar que el mismo destino es lejano si decidimos caminar. En un medio la carretera es una cuadricula y, en otro, es un camino plano y liso; un medio nos permite percibir olores, otro no. Ambos medios nos devuelven aspectos diversos de la vivencia de la carretera.

McLuhan resalta la importancia del medio desde el primer párrafo de su obra Understanding Media. Sostiene que los medios tienen consecuencias sociales y mentales en los diseños que amplifican o aceleran los procesos existentes. “Porque el mensaje de cualquier medio o tecnología es el cambio de escala, ritmo o patrones que introduce en los asuntos humanos.” El medio que predominó hasta la modernidad fue la escritura, ésta introdujo un ritmo en la percepción, una escala y un patrón. La escritura es un medio de naturaleza lineal, ha moldeado nuestra percepción de manera uniforme, continua y secuencial. Cuando nos encontramos frente a un texto los fenómenos descritos, las ideas, se fragmentan en pequeñas partes que conforman las oraciones, los párrafos y páginas; un fenómeno se transforma en una secuencia lineal de palabras. Cada letra sucede a la siguiente, cada palabra antecede o sucede a otra, el texto mismo no es sino una fluida, en el mejor de los casos, corriente de palabras que, de alguna manera, nos dicen algo acerca de la realidad. Pero la escritura no solo es utilizada por nosotros, sino que más bien moldea nuestra percepción. 

En biología se desarrolló en los años 90’s la teoría de la construcción de nicho. Ésta se oponía a una dicotomía planteada desde la teoría de la evolución darwiniana, en la cual se distinguen procesos internos y externos de los organismos, y tiene como uno de sus ejes centrales el concepto de adaptación. La teoría básica de la evolución sostiene que los seres vivos se adaptan a un entorno determinado, aquellos que alcanzan dicha adaptación lograr subsistir mientras que los no aptos se extinguen. Por el contrario, la teoría de la construcción de nicho sostiene que los organismos no solo se adaptan al entorno, sino que también y, al mismo tiempo, lo modifican. Esto tiene importantes repercusiones en los procesos de evolución subsecuentes. En los humanos la importancia del desarrollo de los medios ha desembocado en diversas formas de modelación de la percepción y de los entornos. Hegel se percató de esta especie de auto-conformación cuando señala en su Estética que hay dos formas de hacerse consciente de sí mismo, es decir, de hacerse para sí. La primera de ellas es una forma teórica, la segunda es práctica. 

(…) el hombre deviene para sí mediante actividad práctica, pues tiene el impulso de producirse a sí mismo en aquello que le es dado inmediatamente, que se da para él exteriormente, y a reconocerse igualmente a sí mismo en ello. Este fin lo cumple mediante la modificación de las cosas externas, a las que imprime el sello de su interior y en las que ahora reencuentra sus propias determinaciones. 

Hegel estaba pensando en el desarrollo de la autoconciencia a través de la conformación de la obra de arte, sin embargo, esto no sólo aplica en ese ámbito sino también en toda actividad del hombre. Hay pues una tendencia a exteriorizar, a través de la modificación del entorno, nuestro propio modo de ser, en ese sentido podemos hablar de una autoconfromación. Ahora bien, esta modificación no solamente se da de manera externa, nosotros mismos nos modificamos, nos adaptamos en cierta medida al entorno. Los cambios se realizan en varios niveles, desde los cambios a nivel biológico hasta los cambios a nivel de extensiones. Entendemos por los primeros aquellos cambios adaptativos que se describen en la teoría de la evolución. Mientras que los segundos tienen que ver con el desarrollo de artefactos y técnicas que se implementan de manera externa. 

El hombre ha desarrollado la tecnología con el propósito de facilitar su interacción con el entorno, McLuhan llamó a estos desarrollos extensiones. Las extensiones son herramientas creadas por el ser humano con el propósito de potencializar los sentidos. Una de las tesis principales del autor es que “Cualquier extensión (…) afecta a todo el complejo psíquico y social.” Estas extensiones determinan el modo en cómo percibimos, conocemos e interactuamos con el mundo, por ello dice el autor “Cada cultura y cada época tiene su modelo favorito de percepción y conocimiento que se inclina a prescribir para todos y para todo.”  A partir de la sofisticación y desarrollo de las extensiones, o tecnología, a través de la historia, el autor diferencia en el texto dos edades. La primera de ellas se desarrolla desde de la invención de la imprenta, edad mecánica. La segunda, posterior, se desprende del desarrollo de la tecnología electrónica, la edad eléctrica.

      La edad mecánica tiene como principal medio a la imprenta. Se caracterizó por extender el cuerpo del hombre en el espacio, a través de tecnologías mecánicas y fragmentarias. El desarrollo de esta tecnología tuvo como resultado una percepción y conocimiento del entorno de manera secuencial, fragmentaria. Esta percepción se basó en un orden visual dado por las páginas impresas, de tal manera que se constituyó un orden secuencial, recto. Es importante mencionar que este tipo de extensiones si bien permitían una nueva forma de percepción, no se encontraban en este momento identificadas como parte del individuo que las ocupa. Es decir, en este momento hay una diferenciación muy marcada entre la máquina y el hombre. En parte esta percepción fragmentaria provocó que para ese momento no se desarrollara la consciencia de que las maquinas son extensiones del ser humano. 

David Casacubetas y Ann Estanny en su texto Tecnología y unidad de cognición: de cómo affordances y andamiajes convierten el laboratorio en parte de nuestra mente extendida explican en qué sentido decimos que el uso de ciertos objetos técnicos modifica nuestra percepción y, por tanto, nuestra forma de pensar algo. Clark, por su parte, señala que los humanos utilizamos elementos no biológicos como anotaciones, instrumentos o artefactos que nos permiten crear un sistema cognitivo extendido, es decir, que funcionan como un tipo de sostén cognitivo.  La noción de extensión de Mc Luhan se puede explicar a través de los conceptos de andamiaje y affordance

Lewis H. Lapham señala en su introducción al texto de Mc Luhan, “(…) damos forma a nuestras herramientas, y luego nuestras herramientas nos dan forma.” La frase <<el medio es el mensaje>>, toma como uno de sus principios esta declaración junto con aquella que dice que nos convertimos en lo que vemos. Las limitaciones del sujeto cognoscente se modifican de acuerdo con el medio que se utilice, es decir, de acuerdo con el tipo de extensión que se utilice. La escritura es el ejemplo claro de por qué la concepción de lo racional predominante hasta antes de la edad eléctrica fuese de carácter procesual y fragmentario.  “Durante mucho tiempo, <<racional>> ha significado, para Occidente, <<uniforme, continuo y secuencial>>. Dicho de otro modo, hemos confundido la razón con el saber leer, y el racionalismo con una sola tecnología.” La cualidad del medio fue confundida con la cualidad de lo real. La mecanización de nuestras extensiones modificó la manera en cómo el hombre se desenvuelve. “El hombre occidental adquirió de la tecnología de la alfabetización el poder de actuar sin reaccionar.” Esto se debe a que las acciones del hombre fueron fragmentadas, es decir, sus partes separadas y tratadas individualmente. 

 La edad eléctrica se caracteriza, al contrario de la edad mecánica, por una implosión. Lo cual quiere decir que se está uniendo todo, por ejemplo, el teléfono celular, que sirve para llevar a cabo varias funciones. Esta unidad también se dará entre las máquinas y los humanos. Las percepciones, como señala Byung-Chul Han en La expulsión de lo distinto, se reordenan en función de una estructura ciberespacial. Las personas pasan ahora un tiempo significativo en espacios cerrados mediados por nuevas extensiones en donde se da la preponderancia de las imágenes. Esto trae como consecuencia que se compriman las dimensiones espacio-temporales, lo cual termina por suprimir la premisa de causa y efecto, dejándonos en el plano de la simultaneidad. Es precisamente este punto el que enfatiza Mc Luhan cuando habla de la naturaleza de la electricidad como medio. 

La mecanización se logra con la fragmentación de un proceso cualquiera y la disposición en serie de los fragmentos así obtenidos. No obstante tal y como lo demostró David Hume en el siglo XVIII, no hay principio de causalidad en la mera secuencia. El hecho de que una cosa siga a otra no explica nada. Nada sigue al seguir, excepto el cambio. El cambio de sentido más importante se dio con la electricidad, que acabó con la secuencia haciendo que todo se vuelva instantáneo. Con la velocidad instantánea, las cusas de las cosas empezaron a asomarse en la consciencia, como habían dejado de hacerlo cuando las cosas se disponían secuencialmente en la correspondiente concatenación. En lugar de la pregunta ¿qué hubo primero, el huevo o la gallina? De repente, la gallina empieza a parecerse a una idea del huevo para tener más huevos.

Otra de las diferencias importantes entre la edad mecánica y la electrónica es que, mientras que en la primera prevalecía la voz individual, en la segunda se genera la desaparición del punto de vista que pasa a ser suplantada, en la edad eléctrica, por un coro de conciencia colectiva. McLuhan señala que este desarrollo de las extensiones tiene su máxima expresión en la extensión de la conciencia. 

McLuhan publicó su obra en 1964, hace casi seis décadas, parecería poco tiempo si pensamos, por ejemplo, en el tiempo en que la escritura se mantuvo como el medio de mayor uso e importancia. No obstante, el desarrollo de los medios ha ido, en términos temporales, aumentando al igual que el ritmo de nuestra percepción. Byung-Chul Han sostiene que lo que caracteriza a la época actual es un exceso de positividad, estamos en la época de la superproductividad, superrendimiento y supercomunicación. En parte, esto ha tenido su origen por la misma naturaleza de los medios. Cada extensión de nuestro cuerpo nos ha permitido ampliar el uso de alguna de nuestras facultades, por ejemplo, la escritura permitió ampliar nuestra memoria. A un nivel diferente la RAM es un dispositivo que cumple la misma función, pero a mayor escala. Cada desarrollo tecnológico nos ha permitido aumentar la capacidad de almacenar y procesar información, es decir, actualmente podemos trabajar con un numero mayor de variables en un tiempo cada vez más corto. 

Este exceso de positividad tiene, además, una implicación importante, a saber, la cada vez mayor, disminución de la negatividad. A nivel de la percepción esta falta de negatividad tiene importantes repercusiones. Como hemos mencionado con anterioridad, Hegel señala que una de las funciones de la exteriorización o duplicación del espíritu, a través de la obra de arte, es precisamente el reconocimiento o desarrollo de la autoconciencia. Este proceso no es posible sin la negatividad, es decir, sin la asimilación de lo otro, en ese sentido, la negatividad cumple una función importante en el proceso de reconocimiento de sí. Si la negatividad se empobrece este reconocimiento decae. 

En La expulsión de lo distinto Byung-Chul Han señala que se ha desarrollado una violencia de la positividad. Esta violencia consiste en la desaparición paulatina de la negatividad que desemboca en una violencia que no precisa de la oposición, sino que se desarrolla a través de la saturación. 

La violencia de la positividad no presupone ninguna enemistad. Se despliega precisamente en una sociedad permisiva y pacífica. (…) Habita el espacio libre de negatividad de lo idéntico, ahí donde no existe ninguna polarización entre amigo y enemigo, entre el adentro y el afuera, o entre lo propio y lo extraño.

A su vez, esta época de positividad excesiva tiene como característica la aceleración. Para todo proceso se busca disminuir tiempo y costos. Esto por su puesto no solamente se explica por el desarrollo de los medios, sino también por el desarrollo del capitalismo. Así mismo, el desarrollo de la tecnología ha sido impulsada en pro de un aumento de la productividad y aumento de ganancias. Se trata de una red de causas que buscan acelerar los procesos en cualquier ámbito. 

El rasgo de la aceleración abarca diversos ámbitos entre los que se encuentran la estimulación, la información y los impulsos. La estimulación constante, el primero de estos ámbitos, tiene efectos importantes en los procesos de atención y procesamiento de información. Además, no sólo se trata de realizar de manera acelerada una actividad particular sino más bien un conjunto de ellas, es decir, el llamado multitasking. Así pues, explica Byung-Chul Han, se desarrolla una atención dispersa que consiste en un constante cambio de foco entre las diferentes tareas, informaciones y procesos, que se denomina como hiperatención. 

Esta hiperatención se acompaña de una hiperactividad. Lo que comenzó siendo un principio de la industria y la producción, la aceleración de los procesos de producción, ha trastocado el ámbito de la vida cotidiana. No se trata ahora solo de producir más mercancía en un menor tiempo y en un bajo costo, sino también de producirnos a nosotros mismos como mercancía. Piénsese, por ejemplo, en la imagen que proyectamos a través de nuestras redes sociales, ¿qué mostramos? ¿cuáles aspectos de nuestra vida articulamos en una red? ¿a través de cuáles de estos aspectos nos relacionamos? ¿cuánto tiempo nos encontramos frente a la pantalla del móvil? ¿qué imagen construimos como nuestro “perfil”? ¿por qué lo hacemos de esa forma? Y ¿por qué invertimos ese tiempo realizando esas actividades? No se me malinterprete, mi intención no es satanizar ni mostrar solo el lado perverso de los medios, sino más bien de comprender su naturaleza y cómo su uso modifica nuestra percepción y, por tanto, nuestro comportamiento.

Uno de los aspectos importantes a señalar es justamente la estructura de los nuevos medios. El medio escrito, como hemos señalado anteriormente, es un medio que estructura nuestro pensamiento de manera procesual. Nos permite analizar un fenómeno, es decir, dividirlo en pequeñas partes, descomponerlo. Los nuevos medios trabajan con imágenes, videos, sonidos y también con el medio escrito. Hay, además, una característica importante que he de señalar, a saber, la posibilidad de traducción de los medios. Las computadoras permiten codificar y decodificar ya sea una imagen, un sonido o una mezcla de estos a partir del código binario, de tal manera que la información contenida en una imagen puede pasar a una codificación auditiva ¿qué implicaciones tiene esto para los medios tradicionales? ¿qué ocurre con los componentes de una imagen, por ejemplo, la forma y el contenido? 

La época actual se estructura entonces a nivel de información, o bien como se ha denominado de data, es decir, representaciones simbólicas de variables. Podríamos señalar entonces que lo que ocurre cuando utilizamos alguno de estos medios es un flujo de información, sin embargo, tal flujo, como lo hemos señalado anteriormente ha acelerado el ritmo. La cantidad de información que recibimos desborda nuestra capacidad de percepción. 

McLuhan llamo a estos medios de alta definición- “El medio caliente es aquel que extiende, en alta definición, un único sentido. La alta definición es una manera de ser, rebosante de información.”. Ejemplo de la ampliación en cuanto a la cantidad de información es la fotografía. Las primeras fotografías muestran imágenes de baja resolución que nos permiten tener una idea más o menos general de los objetos que fueron retratados. A diferencia de éstas las fotografía que tomamos actualmente muestran un detalle cada vez más sofisticado, podemos ver incluso texturas o formas que a simple vista se nos escapan. El grado de detalle se ha incrementado en cada medio. La alta definición es la meta del desarrollo de los medios, en ese sentido, podemos afirmar que nos encontramos en la era de los medios calientes. Podemos preguntarnos ahora ¿cuál es el problema que se desencadena a partir de la explosión del desarrollo de los medios caliente?

La constitución de nuestro cuerpo es opuesta a este incremento avasallador de información. La estructura de nuestros ojos, por ejemplo, nos permite captar un conjunto de estímulos que, al ser procesados, dan como resultado la captación de imágenes. Daniel Dennet en una conferencia dictada para TED, señala que la parte de detalle que podemos percibir, debido a la constitución de nuestros órganos visuales, es del tamaño de la uña del pulgar con el brazo estirado. Esta percepción de detalle se encuentra determinada por la parte fóvea de nuestro ojo, que es la parte del ojo que capta el detalle. Aquello que se encuentra fuera de esta área es, de alguna manera, intuida o completada por zonas de nuestro cerebro que hemos ido educando a partir de la experiencia. ¿Cómo se modifica este ejercicio de completar o intuir el resto de la estructura cuando se incrementa la cantidad de información recibida en un determinado periodo de tiempo?Qué es la Fóvea del ojo? Función, Estructura y Enfermedades

Byung-Chul Han sostiene, en el texto antes citado, que el desbordamiento de la información aunado al llamado multitasking tiene como resultado la perdida de la capacidad contemplativa que, en ultima instancia, es crucial para el desarrollo de la libertad. “El animal salvaje está obligado a distribuir su atención en diversas actividades. (…) No puede sumergirse de manera contemplativa en lo que tiene enfrente porque al mismo tiempo ha de ocuparse del trasfondo.” La pérdida de la actitud contemplativa desemboca en un comportamiento meramente impulsivo, pues uno actúa en función del flujo constante y masivo de información. Ante este flujo desbordante no es posible la detención. 

Nietzsche sostiene, en el Ocaso de los ídolos, que la contemplación consiste precisamente en no responder de manera inmediata a un estímulo. En ese sentido, la contemplación es un tipo de actuar que nos permite justamente moderar nuestros instintos, las primeras reacciones que se desprenderían ante un estimulo determinado. 

Hay diferentes tipos de actividades. La actividad que sigue la estupidez de la mecánica es pobre en interrupciones. La máquina no es capaz de detenerse. A pesar de su enorme capacidad de cálculo, el ordenador es estúpido en cuanto le falta la capacidad de vacilación.

La capacidad de vacilación es algo que se desprende de la contemplación porque ésta es la que nos permite discernir entre las opciones y no actuar de manera impulsiva. Podríamos preguntarnos ahora si los nuevos medios merman la capacidad de decisión y la libertad de los individuos o si más bien nos encontramos en un estadio en donde debemos introducirnos a nuevas escalas en cuanto a la percepción y la toma de decisiones se trata. No es mi intención, aunque así lo parezca a primera vista, desdeñar el uso de los nuevos medios, sino más bien señalar que del uso de ellos se desprenden nuevas problemáticas en torno a la praxis y a la percepción humana. Así mismo, es importante señalar que tales problemáticas emergen al mismo ritmo que se modifican los medios, tal ritmo, como sabemos, se acelera cada vez más y, en ese sentido, es preciso introducirnos a nuevas escalas conceptuales y reflexivas. 

Notas

 Marshall McLuhan, Comprender los medios de comunicación: Las extensiones del ser humano, trad. Patrick Ducher (Buenos Aires: Paidós, 1996), 30.

2 G. W. F. Hegel, Lecciones sobre la estética, trad. Alfredo Brotons Muñoz (España: Akal, 1985), 27.

3 McLuhan, Comprender los medios de comunicación, 4.

4 Lewis H. Lapham, “El ahora eterno”, en Comprender los medios de comunicación: Las extensiones del ser humano, Marshall McLuhan, xi.

5 McLuhan, 36.

6 McLuhan, 4.

7 McLuhan, 33.

8 Byung-Chul Han, La expulsión de lo distinto, trad. Alberto Ciria (Barcelona: Herder, 2017), 10.

9 McLuhan, 44.

10 TED, Dan Dennet, “Dan Dennet habla sobre nuestra auto-consciencia”, YouTube, 3 de mayo de 2007, https://www.youtube.com/watch?v=fjbWr3ODbAo&t=53s.

11 Han, La expulsión, 14.

12 Han, 19.

Bibliografía

Han, Byung-Chul. La expulsión de lo distinto, traducido por Alberto Ciria. Barcelona: Herder, 2017.  

Hegel, G. W. F. Lecciones sobre la estética, traducido por Alfredo Brotons Muñoz. España: Akal, 1985.

McLuhan, Marshall. Comprender los medios de comunicación: Las extensiones del ser humano, traducido por Patrick Ducher. Buenos Aires: Paidós, 1996.

TED, Dan Dennet. “Dan Dennet habla sobre nuestra auto-consciencia”. YouTube. 3 de mayo de 2007. https://www.youtube.com/watch?v=fjbWr3ODbAo&t=53s.